La Conferencia General en Lengua de Señas

En su Propio Idioma

Conferencia General 2024 LSCh

Cuando Alma proclamó sus deseos más fervientes, reconoció que “el Señor les concede a todas las naciones que, de su propia nación y lengua, enseñen su palabra… cuanto él juzgue conveniente que tengan” (Alma 29:8). Sabemos que son llamados misioneros y misioneras a enseñar el evangelio en casi cada rincón del mundo, aprendiendo el idioma local para comunicar a todos el mensaje en su propio idioma. Sin embargo, el gran servicio que prestan los miles de misioneros no exclusivo ni privativo del llamamiento misional. No necesitamos ser llamados para enseñar el evangelio a nuestros amigos. Del mismo modo, tampoco necesitamos ser llamados o apartados especialmente para ministrar a otros, aún en la “propia lengua” de aquellos a quienes ministramos.

La Iglesia de Jesucristo realiza esfuerzos continuos por hacer llegar el mensaje del evangelio restaurado a todos los hijos de Dios. La Conferencia General supone una gran oportunidad de escuchar la voz del Salvador a través de Sus profetas vivientes. Actualmente la conferencia es transmitida en vivo en 70 idiomas, y luego traducida en otros 100 idiomas. Parte de la audiencia de la Conferencia General pertenece a comunidades con necesidades especiales, entre ellos, muchos miembros y amigos de la Iglesia que son sordos o hipoacúsicos. La Iglesia ha incorporado con el tiempo la lengua de señas de varios países a la transmisión oficial. Aunque no es un trabajo sencillo, la ayuda de miembros de la Iglesia de buena voluntad por todo el mundo ayuda a acortar la brecha.

Debido a que las lenguas de señas son un medio de comunicación ligado a la cultura local, éstas no se desarrollan necesariamente junto con el idioma hablado de cada región o país. Esto explica el por qué hay más de 300 lenguas de señas en todo el mundo, y por qué la lengua de señas que se usa en España no es equivalente a la que se utiliza en Uruguay, Paraguay u otros países de Hispanoamérica.

Durante la pasada Conferencia General, dos grupos de voluntarios en Argentina y Chile ofrecieron el servicio de interpretación de lenguas para distintas sesiones. Ambos grupos comenzaron su trabajo con los miembros de la Iglesia sordos hace ya algunos años, prestando servicios en las reuniones dominicales y en otras actividades de la Iglesia. Su servicio desinteresado ha bendecido la vida de muchas personas en ambos países.

Lengua de Señas de Chile (LSCh)

Un grupo compuesto por varias hermanas jóvenes en la zona sur de Santiago de Chile se reunió hace algunos años para ayudar a algunas personas sordas que participaban de actividades de la Iglesia. Una de ellas, Catalina comenta: “el deseo de servir a la comunidad sorda surgió desde que empezamos a estudiar su lengua en 2017, entonces aprendimos las distintas barreras que enfrentan las personas sordas en la sociedad”. No pasó mucho tiempo sin que encontrara a otros con su misma inquietud. “Al conocernos las cuatro (Pamela, otra joven sorda, miembro de la Iglesia, Catalina y Monserrat) teníamos el mismo objetivo de hacer accesible el evangelio en Lengua de Señas para nuestros amigos sordos, desde ahí que emprendimos el viaje de presentar nuestro proyecto a Institutos, líderes locales de la Iglesia y envío de cartas al Área para que el evangelio pudiese ser accesible para toda persona”, agrega Catalina. Hace algunos meses, conocieron a Gonzalo Gervic y Alejandra Figueredo con quienes hablaron de sus deseos de llevar la Conferencia General a la comunidad de sordomudos en Chile. Usando los recursos del canal Faro de la Naciones, del cual Gonzalo Gervic es uno de los fundadores, hizo las primeras transmisiones de la Conferencia General en 2020, al respecto. Monserrat Valladares comenta al respecto: “fue en 2020 cuando comenzaron a abrirse puertas y observar milagros. Faro a las Naciones como una página independiente que sube contenido de la iglesia, le interesó esta propuesta y quiso apoyarnos con la transmisión por medio de redes sociales”. El pasado 6 y 7 de abril transmitieron todas las sesiones de la Conferencia General en lengua de señas de Chile, una bendición que puso al alcance de la comunidad sorda, todos los mensajes de la Conferencia General en vivo. “A veces las personas sordas se sienten solas porque no se pueden comunicar en un mundo mayoritariamente oyente, ellos son una minoría en comparación con los oyentes. A veces pasan desapercibidos o por ignorancia que aún existe, no se les considera. Jesucristo sí los conoce y los tiene presentes”, concluye Natalia Correa, miembro del equipo de Lengua de Señas de Chile.

El equipo de Lengua de Señas de Chile que interpretó todas las sesiones de la Conferencia General el pasado 6 y 7 de abril. De Izquierda a derecha y de arriba abajo: Catalina Armijo, Nelly Iglesia, Gonzalo y Alejandra Gervic, Valeska Cruz, Natalia Correa, Ángela García, Marcia Cárdenas y Monserrat Valladares.
Gonzalo y Alejandra Gervic El matrimonio Gervic Figaredo prestó ayuda técnica durante la transmisión en Lengua de Señas de Chile, durante las cinco sesiones de la Conferencia General de abril de 2024

Lengua de Señas de Argentina (LSA)

El grupo que llevó las sesiones del domingo de la pasada Conferencia General, comenzó a gestarse en 2020. Una de sus fundadoras, la hermana Emilia Pebacini, relata: “en abril del 2020, en plena pandemia, nos encontramos vía WhatsApp, cuatro hermanas con conocimientos en LSA preguntándonos como hacer para ayudar. Las primeras dificultades fueron que éramos oyentes. Y necesitábamos a las personas sordas de la iglesia. Fuimos conociendo miembros de toda Argentina con sordera, con hipoacusia y también intérpretes. Para ese entonces, ya teníamos un comité de inclusión que nos respaldaba en la estaca. Con la ayuda de un hermano que nos ayudó con la tecnología en 2022 interpretamos por primera vez la Conferencia General. Como lema de nuestro trabajo, tenemos la escritura de Doctrina y Convenios 133:37 ‘Y este evangelio será predicado a toda nación, y tribu, y lengua, y pueblo’”

Durante 2023 este grupo tomó contacto con Juan Pablo Sajtroch, del Seminarios e Institutos de la Iglesia. El hermano Sajtroch ha colaborado con el grupo e, inclusive, actualmente se encuentra encabezando un proyecto para introducir formalmente el lenguaje religioso en la lengua de señas de Argentina, junto con la Universidad Católica de Cuyo, Argentina. El pasado 7 de abril transmitieron las últimas dos sesiones de la Conferencia General, como un servicio disponible para toda la comunidad sorda de Argentina. Jeannette Lazarte, miembro del equipo de Lengua de Señas de Argentina concluye: “que las personas sordas puedan sentir el amor de Dios a través de las palabras de los profetas es lo mejor para mí. Ahora ellos pueden entender lo que los profetas y los apóstoles están diciendo. Y pueden sentir el amor que el Salvador tiene por todas las personas”.

Intérpretes LSA La hermana Emilia Abilgard en plena labor de interpretación, el pasado domingo 7 de abril de 2024. Ella junto a un equipo de hermanas estuvieron frente a la cámara, con la ayuda de hermanos que se ocuparon de los aspectos técnicos de la transmisión. San Juan, Posadas y Buenos Aires
Equipo LSA El equipo de Lengua de Señas de Argentina, el pasado 7 de abril de 2024. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Emilia Pebacini, Janet Lazarte, Ignacio Vergelli, Juan Pablo Sajtroch, Lara Fernández, Cintia Sanz, Lucas Nieto, Ramona del Valle, Rocío Contreras, Carina González y Sabrina Romero.

Aunque ambos grupos comenzaron sus esfuerzos en forma independiente, hoy mantienen contacto y colaboran en varios proyectos conjuntos, inclusive la transmisión de la Conferencia General. El Departamento de Traducción de la Iglesia ya ha tomado contacto con ellos, manifestándoles su reconocimiento y la posibilidad de hacer de su esfuerzo una transmisión oficial de la Iglesia para futuros eventos.

Al pensar en el ejemplo de amor desinteresado y servicio cristiano, recordamos la declaración del Señor al profeta José de que los hombres y las mujeres “deben estar anhelosamente consagrados a una causa buena, y hacer muchas cosas de su propia voluntad y efectuar mucha justicia… Y en tanto que los hombres hagan lo bueno, de ninguna manera perderán su recompensa”. (Doctrina y Convenios 58:27-28)