armonio

armonio

Solemos escribir historias de fe de los santos de los últimos días, y efectivamente éstas ayudan  a muchos otros a fortalecer sus testimonios y también apreciar el presente mirando el laborioso  pasado de los santos que contribuyeron a iniciar la obra en nuestros  países. 

Pero tambien hubo otros actores que sin estar sus nombres en los registros de la Iglesia, tambien en cierta forma contribuyeron a su edificación.

Esta es la interesante historia de un instrumento musical: un armonio.

un armonio.

Allá por el año 1947, bajo la dirección de la Misión Uruguaya presidida por el Presidente Frederick S. Williams, el día  28 de octubre se alquila un local en la calle Avenida Italia 3590 de la ciudad de Montevideo para que se reúna  la primera rama de la Iglesia en Uruguay:  la Rama Malvín. Posteriormente en el mes de diciembre se organizan otras tres ramas: Arroyo Seco, Reducto y Villa Muñoz.

Las reuniones eran dirigidas por misioneros y se sabe que el Presidente Williams pidió a la Primera Presidencia el envío de misioneras que pudieran ayudar en la oficina de la misión y que tuvieran habilidades musicales.

habilidades musicales

En esas circunstancias, un pequeño armonio a pedal contribuía con su música para el canto de los himnos por los primeros santos y seguramente animó alguna de sus actividades. El Hno. Daniel Aguilar nos cuenta que a medida que la Iglesia crecía y se iban construyendo y equipando nuevas capillas, éstas ya contaban con nuevos y hermosos pianos incluidos. El material excedente de las casas alquiladas se redistribuía en otras casas -tambien alquiladas- de la nuevas  ramas que se iban organizando en otros lugares de Uruguay.

El Hno. Aguilar siendo el encargado de los depósitos de la Iglesia, donde se guardaban materiales  nuevos y usados, recibió un viejo armonio que aparentemente todavía funcionaba y cree recordar que el mismo fue recibido como excedente desde el  Departamento de Durazno.

Investigamos si así fue y supimos que este armonio sirvió por muchos años en la primera rama de la Iglesia en la ciudad de Durazno que funcionaba en las calles 18 de Julio entre Larrañaga y José Pedro Varela.  El presidente de esa primera rama, el Hno. Carlos Chabat, nos relató que en el año 1962 se construye la primera capilla en esa ciudad y con ello llega el primer piano, dando así por finalizado el servicio de este antiguo armonio, que fue devuelto a Montevideo para ser descartado o usado por otra unidad.

El Hno. Daniel Aguilar relata que cada tanto, se limpiaban los depósitos y que muchos materiales inutilizables ya por Iglesia se enviaban a un remate o simplemente se quemaban o destruían por su escaso valor o su inutilidad. Alguien sugirió la posibilidad de regalarlo o sacarlo de allí de alguna forma.

El Hno Aguilar, amante de la música y frecuente director de muchos coros de la Iglesia, sintió claramente: 'esto es parte de la historia de la Iglesia y un día será exhibido en algún lugar' .  Sin dudas el Espíritu tocó su corazón y sintió que debía hacer algo al respecto. Pero había un problema, en pocas semanas él y su esposa partirían a presidir la Misión Argentina Salta y temía que el destino del armonio fuera el remate o la destrucción.

'esto es parte de la historia de la Iglesia y un día será exhibido en algún lugar'

Fue así que actuó rápida e inspiradamente. Debajo de tablas, puertas y otros materiales en desuso escondió el armonio y partió a su servicio misional.

Tres años después al regreso de su servicio misional volvió a su trabajo y una de la primeras cosas que hizo fue: buscar el armonio.

¡Y allí estaba!

¡Y allí estaba!

Lleno de polvo, tres años mas antiguo pero indemne y protegido. Mediante la colaboración de algunos hermanos el mismo fue restaurado y hoy luce como una de las piezas más valiosas que solemos mostrar a las generaciones de la Iglesia en el Hostal del Templo de Montevideo.

Alguien, no sabemos quién, escribió hermosamente esto sobre él: 'He sido inventado en 1810 por el francés Grenié. Mis progenitores crearon mi serie Mason y Kamlin, enviándome al Uruguay. En 1947 llegué a la Rama Reducto en la calle Brito del Pino 1734 de Montevideo. Desde ese momento acompañé con mi música a los primeros miembros de la Iglesia. En 1984 me llevaron a un depósito de la Iglesia y allí permanecí abandonado y sin muchas esperanzas. Manos y corazones amorosos me han protegido y rescatado de mi soledad. Me han restaurado y hoy vuelvo a vestir con mis mejores galas para ser un orgulloso testigo ante las nuevas generaciones de la Iglesia'.

'He sido inventado en 1810 por el francés Grenié. Mis progenitores crearon mi serie Mason y Kamlin, enviándome al Uruguay. En 1947 llegué a la Rama Reducto en la calle Brito del Pino 1734 de Montevideo. Desde ese momento acompañé con mi música a los primeros miembros de la Iglesia. En 1984 me llevaron a un depósito de la Iglesia y allí permanecí abandonado y sin muchas esperanzas. Manos y corazones amorosos me han protegido y rescatado de mi soledad. Me han restaurado y hoy vuelvo a vestir con mis mejores galas para ser un orgulloso testigo ante las nuevas generaciones de la Iglesia'.

Los que saben tocarlo dicen que todavía suena bien.

Al igual que debemos hacerlo con las preciosas almas de Nuestro Padre Celestial, nadie que ha prestado algún servicio, grande o pequeño al  Señor, debe ser desechado.

Este un mueble, un viejo instrumento musical. Está allí y es un testigo de la Historia de la Iglesia en el Uruguay.